Hijo del
mar y la tierra,
con sangre
de color verde,
mantienes
tu alma eterna.
Cuando yo
miro tus aguas
tu reflejo
me recuerda,
a ese río
de mi pueblo,
cuando yo
me paseaba,
a la hora
de la siesta.
Eres el
río de mi infancia,
siempre
vivirás en mí,
pues desde
que vivo en Galicia,
la tierra
de las mil aguas,
te veo
todos los días,
mi querido
río Záncara.
Ricardo
Martínez Moreno@copyright
21 de
febrero de 2016