Hace tan solo unos días,
el sol calentaba mis recuerdos,
se encendía esa llama que sin
fuego estaba viva,
paseando por mí pueblo,
mi pasado revivía,
volvía a nacer de nuevo.
Mi corazón bombeaba sangre nueva,
mis pulmones respiraban aromas de mi Provencio,
mis piernas no se cansaban,
mis ojos retrataban ese momento,
mis pies caminaban por ese camino nuevo,
que otros años pisaron el camino del recuerdo,
que es esa senda del tiempo.
Al lado mi río Záncara,
al frente su puente pétreo,
y en lo más alto del cielo se divisaba la iglesia,
con la torre de su templo.
Deseo pasear de nuevo,
pisar su mágico suelo,
saludar a mis paisanos,
visitar el cementerio,
de mí querido Provencio.
Sada (A Coruña) 10 de abril de 2015
©Ricardo
Martínez Moreno
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