Volé entre las nubes,
nadé en los océanos,
recorrí caminos,
busqué tus abrazos.
Veía tu sombra,
allá en lo lejano,
pero no llegaba,
a tocar tus manos.
Me llenabas de halagos,
perdonabas mis fallos.
Era solo un sueño,
ya me he despertado,
yo me dado cuenta,
que tú eres mi sueño,
sueño deseado,
pues siempre serás,
tú, mi ser amado.
©Ricardo
Martínez Moreno
Sada (A
Coruña) 6 de noviembre de 2014