Estoy desde hace un mes y
medio con ciática debido a dos hernias discales.
El dolor me ha cambiado la
vida, es el principal motivo por el que visito al médico y falto al trabajo. Me
incapacita para llevar una vida normal, como la de antes. Casi no soy capaz de
hacer las tareas más sencillas. El dolor me impide descansar o incluso dormir y
está afectando negativamente a mi relación con los amigos, familiares y hasta
con mi esposa. Entiendo que para ella, mi esposa, el estar escuchando mis lamentos,
a veces mis lágrimas resulta un poco agobiante, ya que es la está viviéndolo y
sufriéndolo conmigo.
No me apetece ni salir de
casa, pues poner un pie en el coche, pasear, sentarme a tomar un café, quien
manda es el dolor.
Este dolor me está
aislando…
Mi médico de atención
primaria lo intenta, pero no está siendo capaz de controlarlo con tratamientos
analgésicos habituales.
Me duele la espalda, la
articulación de la rodilla, el pie, el peroné.
Estoy preocupado.
El dolor está centrando mi
vida. Su aparición me irrita. Me obsesiona. Me hace sufrir y tengo miedo.
Siento ansiedad, estrés. Vivir así es frustrante. Está minando mi estado de
ánimo.
No es fácil entender que
el dolor crónico es una enfermedad en sí misma y no un síntoma.
El dolor crónico puede aparecer
simplemente con la edad, pues los años no perdonan…Espero que pronto me
abandone.
Ricardo
Martínez Moreno
17
de noviembre de 2014