Lloro y me amargo si tú lloras,
no quiero que tú estés triste,
tu alegría es la que me enamora,
y si tu tristeza existe,
mi corazón se acalora,
mi sentimiento, insiste
que es mi amor el que te añora.
Esa sangre transparente de tus ojos,
ese fluido ocular no lo derrames,
yo a ti te amo y lo sabes,
no llores por tus enojos.
Lágrimas que riegan el
alma,
tu tristeza es por la impotencia,
conmigo, con tu
conciencia,
lloras para estar en calma,
Tú y yo, somos esa ilusión
que toda pareja desea,
viviendo nuestra pasión,
amándonos sin tristeza,
entregándonos al amor,
abrazándonos entre la niebla,
esa niebla a veces ciega,
que impide que yo te
vea.
Tú eres mi apoyo, mi vida
mi esposa, mi amiga.
Cuando vuelvas a llorar
espero que sea de alegría
sea o no, por culpa mía,
piensa que te voy a amar,
hasta el final de los días.
©Ricardo
Martínez Moreno de El Provencio (Cuenca)
Sada (A Coruña) 9 de
mayo de 2014