Tu eres mi mar, un mar de
olas
un mar de espejo,
que cuando estoy a solas,
en sus aguas veo tu
reflejo.
Con vida en sus
profundidades,
como tus sentimientos
que los llevas bien
adentro,
pegados a tu corazón,
que es una joya de perlas
lo que tiene en su
interior.
Olas que besan las piedras
y que a veces se enfurecen,
se arrastran hasta la
tierra
y luego desaparecen.
No quiero que nuestro amor
le ocurra como a las olas,
quiero, que estemos juntos
los dos
contándonos nuestras
cosas,
entrelazando nuestros
cuerpos
con caricias a todas
horas,
y esa sal que tiene el mar
la desprenda nuestra piel,
saboreándonos al amar
y entregándonos
al placer.
Ricardo Martínez Moreno
Sada a 25 de febrero de
2014